Cada grupo que nació en Argentina, fue diferente. Sobre todo allá por los sesenta. Cuando comenzaban a transitar un camino, aún influenciado por bandas de otras latitudes, con sello propio.
El primer cambio significativo fue sin dudas cantar en castellano. Luego, la actitud filosófica que exponían algunos conjuntos. Y por último, la incorporación de instrumentos tomados del folklore o del tango.
Hay unos cuantos que se destacaron por éstas tres características, pero seguro coincidiremos en que Arco Iris es uno de los más claros exponentes.
Nace en 1967, ingresando al circuito musical a través de temas suaves y románticos. Uno recordado: «Lo veo en tus ojos», un éxito sin dudas, los empuja a la fama. Más cuando con el tema «Blues de Dana» ganan el Festival Beat de la Canción de Mar del Plata.
Liderado por Gustavo Santaolalla (guitarra y voz), con Guillermo Bordarampé (bajo), Ara Toklatián (vientos) y Horacio Gianello (batería) son los generadores de una nueva corriente dentro del espacio del rock. Comenzaba la hora de ingresar a lo natural a través de la filosofía, la convivencia grupal y al mensaje pacifista.
El grupo contaba con una guía espiritual llamada Dana. Que estaba muy unida a la idea de energía y de meditación. Logran editar su primer LP en 1970.
A esa altura se instalan como una de las bandas más interesantes y originales del rock progresivo. Pero la popularidad llegó de la mano de un tema: «Mañanas Campestres», que sonaba en todos los ámbitos juveniles, por 1971.
Luego, el grupo comenzaría a incursionar con sonidos folklóricos y con instrumentos, algunos autóctonos, y otros de fabricación artesanal.
Todos y cada uno de quienes integraba Arco Iris, estaban comprometidos con una idea de vida. Pero además, con virtuosismo instrumental, y letras sencillas compartían esa idea con sus seguidores. En búsqueda de sonidos originales, y apuntando a la raíz latinoamericana, graban «Tiempo de resurrección».
Aunque posteriormente generan su trabajo más logrado, una ópera titulada «Sudamérica». Con ella ratificaron el respeto del público y de los músicos a su propuesta. Primero la presentaron en cancha de River Plate (lugar inusual por esos años) y en teatros como el Opera. Luego en 1973, editan «Inti Raymi» y al siguiente «Agitor Lucens V», que sería un trabajo de rock sinfónico cuya temática se basaba en los extraterrestres.
No hay dudas que Arco Iris fue una banda bien diferenciada del resto. Si bien formó parte de la legión de rockeros de su época, también es verdad que alcanzó un alto nivel musical respetando sus convicciones. Tuvo riqueza en sus notas, sensibilidad en sus letras, y respeto hacia su postura frente al mundo.
Algo no muy común, sobre todo en tiempos actuales.
Ricardo Debeljuh