Músico desde la cuna. Hijo del bajista Oscar “Mono” López, comenzó su carrera al ritmo de rock, que impuso en su guitarra, encontrando desde muy temprano su vocación.
Yamil, naciste en Quilmes y encontraste música en tu casa desde el primer día. Cómo fue esa experiencia?
La música se vivió en casa desde todo momento, desde que tengo uso de razón y antes también jaja. Así que para mi es algo tan natural e imprescindible como el respirar.
Cómo se acerca la guitarra a tu vida?
La guitarra en principio se acercó de la mano de mi Abuelo que tocaba increíblemente. Te fusionaba una milonga con yeites bluseros y te dejaba con la boca abierta. Creo que en él tengo los primeros recuerdos de lo que era una guitarra.
Sos autodidacta?
Principalmente si. Arranqué solo de muy chico con la batería como un juego, y de pronto, estaba arriba del escenario tocando con mi viejo en una banda que se llamaba La Careta. También así fue con la viola, me la colgué, y sacaba solos nota por nota de oído y de ahí no paré. Después fui a varios maestros como Gabriel Soule, Hugo Méndez y me ayudó muchísimo mi gran amigo Juan Abalos (todos tremendos maestros)
Cuando te enamoraste de “la viola”?
Me enamoré de la guitarra cuando empecé a escuchar a David Guilmour (Pink Floyd) que me voló el bocho y sin dudas fue la influencia más fuerte que tuve.
Cómo fue la época junto a Gustavo Cordera?
Junto al pela viví grandes momentos, tiene un bocho como pocos y es un tremendo compositor. También arranqué laburando en el escenario junto a mi gran amigo Leandro Pirillo que es el Stage manager mas groso que conocí y el cual me enseñó muchísimo el otro lado de la música. No solo es tocar, sino que es un mundo y un ambiente muy particular. El me enseñó a moverme y los códigos del escenario. Es así que un día se va uno de los violeros de su Banda y el pela me dice por que no tocás con nosotros, me gusta el power que tenés y el sonido contundente. Así que empecé a tocar con la caravana con la cual hice mis primeros shows en grandes estadios como el Luna Park.
Los viajes y las presentaciones suelen ser vividos intensamente, a vos que te sucede con eso?
Estar de gira es el momento más lindo para un músico o al menos para mí, de repente estás viajando con todos tus compañeros en el micro de gira y es un eterno viaje de egresados jaja. La verdad los disfruto mucho, lógicamente, sin perder la concentración y el foco en que tenés que subirte al escenario a dar lo mejor de vos para el público.
Un día llegó a tu vida La Beriso, una de las bandas más populares de la actualidad, dentro del rock argentino. Cómo fue tu incorporación?
Hacía dos años que estaba trabajando de asistente de Emiliano Mansilla el cual ahora es mi Par de violas, y se estaba empezando a maquetear el disco de los 20 años, Yo estaba con ellos poniendo a punto violas y equipos, y un día me mandan un mensaje que por favor vaya a la sala, Cuando llego me citan en una oficina que está arriba de la sala y me comentan que Pablo Ferradas dejaba la Banda y que me querían dar la oportunidad de ocupar su lugar, así que todavía sorprendido, me dicen “en una semana nos vamos a España debutas allá”!!! Imagínate mi cerebro!!!! Jajaj
Qué cambió en lo personal y profesional, encontrarte en un grupo de tamaña exposición?
La Beriso cambió mi vida radicalmente en todo sentido, fue la chance por la cual siempre estuve peleando y de repente ahí estaba frente a mí. Así que me puse la camiseta y empecé a laburar sin parar y a la sacar temas y temas y trabajar para la nueva grabación. Fue un comienzo realmente intenso en el cual vi reflejado el fruto de tantas horas de laburo y estudio. Es como un auto al que te subís y ya viene andando a 300km/h así que fue hermosamente intensa la llegada de La Beriso a mi vida
La familia es base incondicional para tu proyecto de vida…
Sin duda la familia lo es todo!! Cada día agradezco por la mujer que encontré, tiene unos ovarios como pocas y se bancó que me vaya de gira casi un mes a los 15 días de nacida nuestra amada hija!! Realmente tengo una hermosa familia que siempre me apoyó en todo. Me tocaron los mejores viejos de mundo y los hermanos más gamba que puedan existir
Tu “viejo” Oscar “Mono” López, es un bajista de gran talento. Cómo lo describís cómo músico y persona?
El Mono es el bajista más groso y con más huevos que escuché, además de uno de los músicos con más sabiduría teórica. Siempre admiré su constancia, al día de hoy se pasa días estudiando y aprendiendo cosas nuevas. Siempre es actual y eso es admirable. Como persona te puedo decir que es un ser que no tiene ni un poco de maldad, siempre apoyando a los que vienen bien de abajo. Pese a que siempre algún salame se ha aprovechado de su bondad, el sigue fiel a sus convicciones y códigos de siempre ayudar
PADRE E HIJO SOBRE EL ESCENARIO!!
OSCAR «MONO» LÓPEZ – Una anécdota a modo de presentación
«Trabajé Entre el 1978 y el 1981 en “Jazz y Pop” cuando iban los músicos más talentosos al lugar que era del “Negro” González y Astarita. Yo era el encargado de abrir y cerrar, y aparte tocaba todos los domingos. Un día me llama González por teléfono y me dice: “venite urgente que va a venir Chick Corea a probar el piano esta noche después de actuar en el teatro”. Desde ya, salí corriendo, y cuando llegué me encontré con el baterista que tocaba conmigo. A la noche, aparece Corea y nosotros ya estábamos enloquecidos. Por aquel entonces, me había roto el brazo y estaba enyesado. El yeso ocupaba todo el cuerpo y el brazo quedaba aprisionado dentro. Pero como mis amigos habían hecho un agujero, podía sacar los dedos y así ensayaba el bajo. Por miedo a no poder seguir tocando me la pasaba ensayando. Cuando llegó Chick Corea para probar sonido, le digo a mi baterista, “le decimos de tocar algo juntos”. Es que estudiábamos con los temas de él, como “España” por ejemplo. Y a pesar de que me dijo que “estaba loco”, fui y le dije, “maestro, nos permitiría tocar con usted el tema España, nosotros los admiramos y sería un sueño” La respuesta fue: “¿Pero cómo vas a tocar si estás enyesado?”. Le expliqué como podía tocar, y sorprendido accedió. Realmente ¡¡Un grande!!
Te puedo asegurar que muchos músicos nuestros tendrían que aprender un poco la humildad de esa gente. Porque no es que es uno solo. El 98 % de los músicos de afuera que conocí son humildes. Ellos no se sienten ídolos, uno los hace ídolos. ¿Y cómo resultó?
– La cuestión es que tocamos, y fue impresionante. Nos felicitó, y nos dijo que iba a tratar de conseguir una beca para Berkley donde da clases. Si pagábamos el viaje el curso iba a ser gratuito. Lamentablemente no pudimos costearlo, era caro para nosotros. Ahora existe una sucursal en Buenos Aires, desde hace un tiempo. Cuando llegó la noche, y la hora que tocara Corea, él entra y comienza a zapar y de pronto dice “voy a llamar a los chicos que trabajan acá que estuvieron tocando conmigo el tema Spain” Nosotros no entendíamos nada, nos mirábamos y decíamos, “¿¡Nosotros!?” Subimos y nos hizo tocar delante del público, no lo podíamos creer. «