Escuchamos a menudo música, y de la buena.
A nivel rock argentino por ejemplo, tenemos grupos que desarrollaron variadas concepciones.
Naturalmente, cada uno de nosotros, siente el ritmo a su manera.
Pero seguro, coincidimos en que un rasgo a destacar en cada conjunto, es el guitarrista. El “violero”, que toma el centro de la escena una y otra vez. Al fin, casi siempre está allí.
Y a fines de los sesenta, comenzaban a mostrarse, para instalarse en la primera plana de los comentarios de la gente. Así, en Almendra, Luis Alberto Spinetta, fue quien combinó la voz, la poesía y los acordes con sonido distintivo. A través de las épocas, fue creciendo como para lograr un gusto apto solo para “paladar negro”. Es que no ha sido un convencional de la “viola”. Fue quien la utilizó para expresar cada idea, cada frase. Un sinfin de acordes fluyeron para jerarquizar un estilo propio de un grande. Sin duda, por esos tiempos, la guitarra era el medio justo para composición. Tenía la virtud de poder ser trasladada fácilmente. De ganar un espacio pronto. Y de iluminar un tema con tener cierta calidez.
Fue Ricardo Soulé, quien al frente de Vox Dei, la utilizó de manera acertada. Ritmos, acordes, canciones, rock y “punteos” con clase. Todas palabras reconocidas por quien acertó con la poesía y con su amiga, la guitarra.
Desde ya, un nombre supo atrapar la atención de la gente. Conquistando el primer lugar a nivel de masividad. Siendo un virtuoso con ángel, y con perseverancia. Norberto “Pappo” Napolitano, ha sido desde siempre “El” guitarrista estrella. Desde sus comienzos con Los Gatos, pasando por Los Abuelos de la Nada, se destacó. Pero cuando conformó Pappos Blues, comenzó una carrera ascendente única. Luego de loas primeros tres discos, quedó instalado como quien dominaba la guitarra rockera y el sentimiento de quienes querían algo “pesado”. Temas como “El tren de las 16”, “Insoluble” o “Pobre Juan”, han sido muestra de la personalidad de quien tomó la guitarra como un símbolo de comunicación. La cantidad de temas es interminable. El suceso de su estilo traspasó fronteras. Hasta supo tocar junto a B.B.King, nada menos.
Otro destacado a nivel cuerdas fue Edelmiro Molinari. Ya en Almendra sugería quien podía ser a nivel musical. Luego, fue Color Humano, donde creció y generó buenos temas.
El sonido áspero y callejero de Manal, con Claudio Gabis, generador de una potencia arrolladora.
Muchos más, integran el pelotón de los líderes de la guitarra en el rock argentino. Como ejemplos valen los citados. Muchos otros supieron destacarse.
La sugerencia a esta altura, es escuchar a cada uno de ellos. Para conectarse con diversos estilos. Pero, sobre todo, para incorporar a “los mejores violeros, de nuestro rock”.
Ricardo Debeljuh
ESTACIÓN DEL METROBÚS: PAPPO NAPOLITANO
Los vecinos de La Paternal eligieron que una de las futuras estaciones del Metrobus de la avenida San Martín lleve el nombre de Norberto Pappo Napolitano, el recordado músico que vivió y fue un símbolo del barrio.
Se trata de la parada que quedará en San Martín entre Juan B. Justo y Fragata Sarmiento, y que será inaugurada en abril junto con todo el Metrobus. Si bien el nombre deberá ser refrendado por una ley de la Legislatura porteña, se espera que sea apenas una formalidad parlamentaria.
La votación fue coordinada por la Dirección General de Participación Ciudadana y la Secretaría de Transporte del Gobierno porteño. Entre el 16 y el 22 de marzo los vecinos pudieron votar a través de un perfil de Facebook y en encuestas callejeras, para elegir el nombre de entre tres vecinos famosos. Pappo fue elegido por el 56,7% de los votantes, 21.354 en total. En segundo lugar se ubicó el Dr. Pedro Lagleyze, con el 36,7% (13.180 votos). El podio lo completó el actor y boxeador Pedro Quartucci, con el 6,6% (2.497 votos).
Pappo, también conocido como “El Carpo”, nació el 10 de marzo de 1950 y vivió en la casa en Artigas 1917. Tocó en bandas históricas como Los Gatos y Los Abuelos de la Nada y fundó los grupos Riff y Pappo’s Blues. Reconocido internacionalmente, fue uno de los principales referentes del blues y el rock argentinos. Se mató en un accidente de moto el 25 de febrero de 2005.
No será la primera estación de un transporte que lleve el nombre de un músico. En 2010 se votó una ley por la cual a la estación Malabia del subte B se le agregó el nombre de Osvaldo Pugliese, para homenajear al maestro del tango que vivió en Villa Crespo, según recuerda Clarín.
En tanto, por una ley sancionada en 2003, todas las estaciones de la línea H llevan el nombre de alguna figura del tango, además del nombre de la calle en la que se encuentra. Así, las actuales se llaman Angel Villoldo (estación Hospitales), Tito Lusiardo (Parque Patricios), Azucena Maizani (Inclán), Francisco Canaro (Humberto 1°), Osvaldo Fresedo (Venezuela), Aníbal Troilo (Once), Enríque Santos Discépolo (Corrientes), Edmundo Rivero (Córdoba) y Hugo del Carril (Las Heras).
En la Legislatura hay un proyecto de los macristas Roberto Quattormano y Cristina García para ponerle Pappo Napolitano a las dos cuadras de Remedios de Escalada de San Martín entre Boyacá y el Pasaje Achupallas, junto a la plaza donde ya hay una estatua del músico.
Escuchamos a menudo música, y de la buena. A nivel rock argentino por ejemplo, tenemos grupos que desarrollaron variadas concepciones.
Naturalmente, cada uno de nosotros, siente el ritmo a su manera. Pero seguro, coincidimos en que un rasgo a destacar en cada conjunto, es el guitarrista. El “violero”, que toma el centro de la escena una y otra vez. Al fin, casi siempre está allí.
Y a fines de los sesenta, comenzaban a mostrarse, para instalarse en la primera plana de los comentarios de la gente. Así, en Almendra, Luis Alberto Spinetta, fue quien combinó la voz, la poesía y los acordes con sonido distintivo. A través de las épocas, fue creciendo como para lograr un gusto apto solo para “paladar negro”. Es que no ha sido un convencional de la “viola”. Fue quien la utilizó para expresar cada idea, cada frase. Un sin fin de acordes fluyeron para jerarquizar un estilo propio de un grande. Sin duda, por esos tiempos, la guitarra era el medio justo para composición. Tenía la virtud de poder ser trasladada fácilmente. De ganar un espacio pronto. Y de iluminar un tema con tener cierta calidez.
Fue Ricardo Soulé, quien al frente de Vox Dei, la utilizó de manera acertada. Ritmos, acordes, canciones, rock y “punteos” con clase. Todas palabras reconocidas por quien acertó con la poesía y con su amiga, la guitarra.
Desde ya, un nombre supo atrapar la atención de la gente. Conquistando el primer lugar a nivel de masividad. Siendo un virtuoso con ángel, y con perseverancia. Norberto “Pappo” Napolitano, ha sido desde siempre “El” guitarrista estrella. Desde sus comienzos con Los Gatos, pasando por Los Abuelos de la Nada, se destacó. Pero cuando conformó Pappos Blues, comenzó una carrera ascendente única. Luego de loas primeros tres discos, quedó instalado como quien dominaba la guitarra rockera y el sentimiento de quienes querían algo “pesado”. Temas como “El tren de las 16”, “Insoluble” o “Pobre Juan”, han sido muestra de la personalidad de quien tomó la guitarra como un símbolo de comunicación. La cantidad de temas es interminable.
El suceso de su estilo traspasó fronteras. Hasta supo tocar junto a B.B.King, nada menos.
Otro destacado a nivel cuerdas fue Edelmiro Molinari. Ya en Almendra sugería quien podía ser a nivel musical. Luego, fue Color Humano, donde creció y generó buenos temas.
El sonido áspero y callejero de Manal, con Claudio Gabis, generador de una potencia arrolladora.
Muchos más, integran el pelotón de los líderes de la guitarra en el rock argentino. Como ejemplos valen los citados. Muchos otros supieron destacarse.
La sugerencia a esta altura, es escuchar a cada uno de ellos. Para conectarse con diversos estilos.
Pero, sobre todo, para incorporar a “los mejores violeros, de nuestro rock”
Ricardo Debeljuh